Rafael Nadal se ha clasificado este sábado para su 45ª final de Masters 1000 tras imponerse y arrasar al vigente campeón, Novak Djokovic, en la pista central de la Caja Mágica (6-2 6-4). El partido ha tenido dos partes diferenciadas pero con un punto común: el dominio de Nadal.
En el primer set Djokovic no ha existido. El serbio ha entrado a la semifinal perdiendo el saque en blanco y ha tardado 22 minutos en anotarse su primer juego (4-1). Para entonces, Nadal ya estaba oliendo la bola de set concediendo apenas seis puntos al saque en la primera manga. Con el reloj en los 40 minutos, primer set para Rafa (6-2) con la sensación de que la distancia entre ambos en la pista era sideral. Nadal dominante con el saque y la derecha y Djokovic sin haber entrado en la pista: errático y cabizbajo. El lenguaje gestual, una vez más, la prueba del algodón.
Segunda parte: los primeros seis juegos de la segunda manga. Este tramo del partido ha sido el más igualado, dentro de la diferencia de nivel mostrada por cada tenista este sábado. Todo parecía indicar un nuevo vendaval balear (2-0 de inicio) pero el actual número 2 del mundo tiró de orgullo y reaccionó con un saque en blanco (2-1) y una rotura en su primera bola de break (2-2 y saque de Djokovic).
Pero nada más lejos de la realidad. Siguiente servicio, contra-break de Nadal (3-2) y consolidación del servicio (4-2) para depender sólo de su saque y cerrar el partido en una hora y 39 minutos. Un tenis soberbio del balear frente a un Novak que no ha tenido su mejor día (6-2 6-4).
Tras el partido, el serbio se mostró positivo pese a la derrota: «Ha sido una gran semana, he jugado semifinales en un gran torneo. Me llevo más cosas positivas que negativas a Roma». El serbio afirmó de forma rotunda que Nadal es favorito para Roland Garros y dejó una clave de cara al que será su nuevo equipo: «En tres ó cuatro semanas como mucho decidiré mi equipo como máximo».
Por su parte, Nadal justificó su descenso de intensidad al comienzo del segundo set: «Cuando has perdido las siete últimas veces ante Novak esto suele pasar. He jugado un muy buen primer set pero en el segundo estaba más nervioso y he jugado más corto». Preguntado por su favoritismo de cara a París, el balear es tajante: «Podemos hablar de ello pero no tiene sentido. El favorito es el que mejor juegue las dos semanas de torneo». Por último, no tiene preferencias sobre su rival de la final (Thiem o Cuevas): «Thiem es el tercero del año, finalista de Barcelona joven y con mucho talento y la altura le ayuda».
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