Enrique JULIÁN GÓMEZ – En Francia, un “enfant de la balle” es un niño que nació y creció en el seno de una familia de artistas, comediantes, actores, en el ambiente del circo… No entre bambalinas, pero sí entre bicicletas se crió Tony Gallopin, hijo y sobrino de ciclistas profesionales. Incluso su novia también es ciclista en la sección femenina su mismo equipo, el Lotto belga. Y un deportista de vocación familiar y con las dos ruedas en la sangre está siendo el abanderado de un Tour de Francia hasta ahora ilusionante para los ciclistas del país galo.
El domingo, infiltrado en la fuga que persiguió sin éxito a Tony Martin en los Vosgos, camino de Mulhouse, Gallopin consiguió cinco minutos de ventaja sobre el pelotón donde marchaba el líder Nibali que le permitieron vestir el maillot de amarillo de líder. Un honor que no recaía en ningún francés desde que el histriónico Thomas Voeckler lo mantuviera diez días hasta la etapa de Alpe D'Huez en 2011. Solo uno lo llevó sobre los hombros Gallopin, antes de perderlo en la cima de La Planche des Belles Filles en favor del italiano Nibali.
No contento con eso, el vencedor de la Clásica de San Sebastián el año pasado, victoria y valía demostrada para pasar con galones del equipo RadioShack al Lotto, volvió a ser protagonista en el insidioso final entre las colinas prealpinas cerca de Oyonnax. En el último descenso, con el pelotón roto, cogió unos metros de ventaja sobre el grupo principal junto a Peter Sagan, que está en todos, Michael Rogers, todavía en forma tras su excepcional Giro, y Michal Kwiatkowski, también protagonista en la etapa de La Planche. Antes de superar el cartel de los últimos dos kilómetros, Tony Gallopin lanzó un ataque, sus tres compañeros dudaron y desistieron finalmente y el francés consiguió una gran victoria de etapa, superando en apenas unos metros a la treintena de ciclistas que formaban el pelotón liderado por John Degenkolb.
De momento está siendo un buen Tour de Francia para los ciclistas, liderados por Gallopin. Blel Kadri venció tras una gran cabalgada en solitario el primer día en los Vosgos, mientras Romain Bardet, Thibaut Pinot y Jean-Christophe Peraud se mantienen en el Top-10 del Tour con opciones de podio. También Pierre Rolland, en menor medida, ha tenido momentos de protagonismo. Otros dos franceses se escaparon hoy de inicio, Delaplace -como siempre presente el Brétagne- y Lemoine, que ya vistió el maillot de la montaña, junto al suizo Elmiger. A estos dos últimos se les unió en la sucesión de puertos final el combativo Nicolas Roche, Jesús Herrada y Cyril Gautier, hasta que fueron neutralizados por el pelotón a menos de veinte kilómetros.
Mención especial para Andrew Talansky. El ciclista estadounidense, vencedor de Dauphiné, que perdió todas sus opciones en la general en La Planche des Belles Filles, se quedó descolgado en solitario del pelotón. Su equipo, el Garmin, no le dejó ningún ciclista para acompañarle, e incluso hubo un momento en el se pusieron a tirar del pelotón. Talansky se llegó a bajar de la bicicleta, pero tras unos minutos recapacitó, volvió a montar y llegó a meta en última posición, a más de media hora del vencedor pero dentro del tiempo establecido para no quedar fuera de control. Hace dos días, el portugués Tiago Machado se cayó en uno de los mojados descensos y también quedó descolgado en solitario. Aun así, llegó a meta y aunque, en su caso sí estaba en fuera de control, fue repescado por la organización como premio a su esfuerzo. Merecen también una mención .
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