Cuando todavía era un golfista juvenil en Bélgica, Thomas Pieters ya fantaseaba con jugar -y ganar- el Masters de Augusta. «He metido el putt ganador como un millón de veces», señaló Pieters, de 25 años, después de acabar el viernes la segunda jornada empatado a golpes con los líderes.
«He visto toda mi vida este torneo, como el resto de chicos. Todos hemos dado, en la práctica, ese putt ganador. Esperemos que algún día dé el de verdad».
LEER MÁS: Sergio García sueña con Augusta
Ese «algún día» podría ser el domingo, pues Pieters, número 35 del ranking mundial, tiene las opciones intactas en su primera participación en Augusta. Está actualmente empatado con los estadounidenses Rickie Fowler y Charley Hoffman y con el español Sergio García.
El belga, que acumula tres títulos del circuito europeo desde que se convirtió en profesional en 2013, arrancó el jueves su primer Masters encendido. En los primeros diez hoyos llevaba una tarjeta de -5, pero después cometió una serie de errores, incluidos dos doble «bogeys». Tras esa montaña rusa, acabó el día al par.
El viernes arrancó con un «bogey» en el primer hoyo, que está siendo el más difícil por el momento para todos los golfistas, y después agarró el ritmo y sumó tres «birdies» además de un espectacular «eagle» en el hoyo 13.
Esa actuación le valió el primer puesto en el ecuador del Masters. García y Fowler ya saben lo que es pelear por «majors» prácticamente hasta el último hoyo, mientras que Hoffman fue noveno en el Masters de 2015.
En contraste, Pieters jugó el año pasado sus primeros grandes torneos. Disputó el Bristish Open y el PGA Championship y representó a Bélgica en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Ahora quiere dejar todo de lado y centrarse en el Masters. «En mi mente», dijo, «esto es sólo golf».
Comparte la notícia
