Jose GAVILÁN – Alemania se enfrentará a la Francia de Didier Deschamps en el mítico Estadio Maracaná de Río de Janeiro. Será el único partido de cuartos de final exclusivamente europeo y la 26 ª vez que ambas selecciones jueguen entre sí, la cuarta en un Mundial.
A pesar de estar entre los 8 mejores equipos del Mundo en Brasil, "Die Mannschaft" sigue teniendo muchos aspectos a mejorar, sobre todo en faceta defensiva. En Alemania, se siguen criticando ciertas decisiones del seleccionador Joachim Löw. La eterna discusión sobre la posición de Philipp Lahm pasa por su momento más álgido. El partido ante Argelia evidenció al técnico alemán, que duda entre su propia decisión y la de su entrenador fetiche, Pep Guardiola. En octavos de final, Löw volvió a colocar a su jugador más pequeño (de estatura) en el centro del campo. El "invento" más mediático de Guardiola en su primer año en Alemania causó impacto en Jogi y amparándose en el estado físico de Khedira y Schweinsteger, utilizó desde el primer momento la solución del técnico del Bayern. Pero la situación ha cambiado. La gestión de recuperación de los dos mediocentros alemanes ha sido ejemplar (mérito de Löw y su cuerpo técnico). Ambos han contado con minutos escalonados que junto a un entrenamiento específico, han llevado a conseguir una plenitud física en los 2 centrocampistas más utilizados en la Mannschaft en los últimos años.
La dupla Khedira-Schweinsteiger siempre ha sido la opción elegida por Jogi, de hecho fue la pareja utilizada por el seleccionador desde el anterior Mundial disputado en Sudáfrica. Con las dificultades de ambos a principios del campeonato que se disputa en Brasil, la elección de Lahm como mediocentro podía estar justificada. A día de hoy, con ambos en plenitud física y con los problemas evidentes en ambos laterales en cuanto a proyección ofensiva, seguir utilizando al eterno lateral en la posición de centrocampista puede ser cuestión de principios, lo que no sabemos es de quién son tales principios. Ante Argelia, la lesión de Mustafi y la ausencia de Hummels por gripe, provocó un cambio significativo. Lahm tuvo que jugar de lateral de manera puntual mientras Sami-Bastian volvían a jugar en la medular. A partir de ahí, el dominio de Alemania y la superioridad ante su rival, quedó patente. Más motivos para el debate.
Sea cual sea la pareja de mediocentros, el partido ante Francia será exigente e igualado. "Los partidos contra Francia son dramáticos y épicos. Será muy complicado" dijo Joachim Löw tras conocer cuál será la siguiente eliminatoria a disputar. En 1982 presenciamos uno de ésos encuentros. En el Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla (España'82), Alemania y Francia protagonizaron un duelo recordado por muchos, unas semifinales en la que hubo goles, polémica, tensión, una cruel prórroga y un desenlace agónico. Quizás, una de las mejores eliminatorias jamás recordadas en un Mundial de fútbol.
Las complicaciones para Jogi pueden verse acentuadas dado a los numerosos resfriados que parecen acechar a "Die Mannschaft". Hasta 7 jugadores vienen padeciendo dichos problemas: "Tienen una gripe leve", señaló Löw, "Por el momento no es tan grave. No quiero dramatizar". Los aires acondicionados y las constantes diferencias de temperaturas, son los principales problemas. Aún así, y tal y como ha comentado Andreas Köpke en las últimas horas, "22 de los 23 jugadores (todos excepto Mustafi) han volado a Río de Janeiro y están en condiciones de jugar".
Los ingredientes no pueden ser mejores. Alemania, Francia, Maracaná y el recuerdo de 1982 son suficientes argumentos como para pensar en una nueva eliminatoria difícil de olvidar.
XI POSIBLE ALEMANIA
Neuer; Boateng, Mertesacker, Hummels, Höwedes; Lahm, Schweinsteiger, Kroos; Özil, Müller, Schürrle.
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