Objetivo cumplido. La selección española comenzaba 2017 con dos retos en el punto de mira, la Copa Algarve y la Eurocopa de Países Bajos. El primero de ellos ya ha sido completado. España se ha llevado el torneo portugués en la primera participación de su historia con una actuación para recordar.
Las de Jorge Vilda llegaban con ilusión y muchas ganas de disputar por primera vez un torneo de estas características en el que, habitualmente, participan las mejores selecciones del mundo. España, demostrando su talento y valía a lo largo de todo el torneo, se ha coronado campeona tras derrotar a Canadá por la mínima (1-0), gracias a un gol de Leila Ouahabi en el minuto 4.
Un triunfo histórico para la selección absoluta al tratarse de su primer título en un torneo oficial. Un trofeo que sabe a gloria después de años y años de sequía a pesar del trabajo y la gran implicación de las diferentes generaciones de jugadoras convocadas. Una ardua tarea y, al mismo tiempo, una dura espera que, al fin, se han visto recompensadas.
Sin Alemania, Estados Unidos ni Brasil
Cierto es que en esta edición de la Algarve se ha echado en falta a grandes selecciones como Alemania, de las más potentes de Europa, o Estados Unidos, campeona del torneo portugués en diez ocasiones – la última de ellas en 2015 –. Sin embargo, no se puede menospreciar el trabajo de España ni el nivel de las rivales puesto que las nuestras han tenido que hacer frente a grandes selecciones como Japón, Noruega o Canadá, a las que, en este torneo, ha conseguido derrotar sin titubeos.
La actual subcampeona del mundo, Japón, fue la primera que cayó en las redes de España (1-2). Por su parte, las noruegas se convirtieron en la segunda víctima de una España crecida ante la oportunidad de mostrarse fuerte frente al mundo. Las nórdicas, ganadoras de la Copa Algarve en cuatro de las cinco primeras ediciones, sufrieron una contundente derrota ante las españolas (3-0) en la fase de grupos, al igual que las niponas.
Las canadienses, vigentes campeonas del torneo, se erigían como un gran rival a batir en una hipotética final que, poco a poco, se iba haciendo realidad. Finalmente así fue y, una vez más, las de Vilda mostraron el gran trabajo y las ganas que tienen de demostrar la valía, actitud y aptitudes de una selección que, a cada paso, es más grande.
Jorge Vilda, un soplo de aire fresco
Una selección que ha sufrido un cambio espectacular, en todos los sentidos (y siempre positivos), gracias a la incorporación de Jorge Vilda en 2015. La llegada del técnico dio vida a una selección apagada y ciertamente cansada por la falta de títulos.
Sin embargo, desde la entrada de Vilda en el banquillo nacional todo cambió. La escuadra nacional no había perdido un solo partido oficial hasta llegar a la Copa Algarve y de esta forma se ha mantenido tras la consecución de la misma, la cual ha terminado con España como gran triunfadora. Así pues, un diez para el técnico y una matrícula para las nuevas campeonas de la Copa Algarve.
Un objetivo menos, ya tachado en la lista de metas del año, y un paso más para una selección que crece cada día y que, tras este importante triunfo, sueña con su segundo objetivo: la Eurocopa de Países Bajos 2017.