Desde su llegada en 2011, Pirelli siempre ha sido un foco de críticas en la Fórmula 1. Ya fuera por un motivo o por otro, los italianos han estado recibiendo discrepancias desde todos los sectores de la competición. La falta de espectáculo en las carreras se ha asociado en múltiples ocasiones a los neumáticos. Una veces porque se degradaban muy rápidamente, otras porque se podía acabar una carrera con el mismo juego de gomas. El asunto es que Pirelli siempre ha estado recibiendo palos.
Y parece que los italianos empiezan a estar un poco cansados de las acusaciones, argumentando además que el problema no es suyo, ya que ellos siempre han suministrado el tipo de neumático que se les ha pedido. Este año, el concepto ha cambiado radicalmente respecto a los años anteriores, por lo que se enfrentan a un nuevo diseño que puede recibir muchos halagos o muchas críticas. Ante esta situación, Paul Hembery ha querido dejar claro desde el primer momento que si este año no vuelve el espectáculo a la Fórmula 1, no será culpa suya, porque en la fábrica están cumpliendo con el encargo que se les hizo.
«No puedes tener contento a todos, y además solo puedes ir en una dirección. Hicimos algo que deseaba la organización [neumáticos con mucha degradación]. Después se quiso ir en la dirección contraria. Nosotros tan sólo hacemos lo que se nos pide. Lo único que queremos es que nos digan exactamente qué quieren. No hay motivo por el que quejarse si nosotros cumplimos con lo que nos piden. Como deporte, ahora cambiamos de rumbo y si funciona como la gente dice, vamos a tener buenas carreras», comenta a Autosport.
Paul Hembery continúa afirmando que han tenido un gran handicap a la hora de desarrollar los nuevos neumáticos. Han tenido que usar monoplazas de 2015 simulando la carga aerodinámica que tendrán los de 2017, y esto no deja de ser una aproximación, por lo que los datos no son los reales. Debido a esto, en Pirelli no pueden asegurar a priori cómo van a comportarse sus nuevos compuestos. Por muchos tests y horas en el simulador que hagan, hasta que no los monten en un F1 de 2017 no se verá el verdadero rendimiento.
«El mayor desafío es que si no tienes carga aerodinámica, puede que no seas capaz de hacer funcionar los neumáticos de la forma adecuada. Hemos trabajado en base a un nivel dado por simulaciones. Es verdad que los monoplazas modificados están un poco lejos del rendimiento real, pero tenemos los datos de los simuladores. Es aquí donde tenemos la pregunta: ¿Cómo de exactos pueden ser los coches a los datos? Puede que sean incluso más rápidos», continúa el británico.
Por último, Hembery asegura que este año veremos menos pasos por la calle de boxes, ya que las gomas van a tener menos degradación que la de años anteriores. Pero el dirigente de Pirelli no cree que esto sea un problema para el espectáculo siempre y cuando la aerodinámica ayude, y haga que los pilotos puedan ir durante más tiempo a fondo. Si se consigue este equilibrio entre neumático y aerodinámica, las carreras con verdadero espectáculo puede que no sean una utopía, al menos eso piensa Paul Hembery.
«Vamos a tener menos paradas, porque es lo que genera que haya menos degradación. Se para en boxes porque se baja de rendimiento y hay desgaste. En este caso, reducimos ambas. Vamos a ver más carreras a una parada, pero si cumplimos y trabajamos bien con la aerodinámica de 2017, es posible que los pilotos sean capaces de ir más tiempo a fondo y eso nos lleve a una situación en la que los adelantamientos van a más», finaliza.