Mesut Özil está sobre aviso. El entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, exige de él más goles, y lo hizo antes de uno de los momentos clave para el equipo inglés esta temporada, en vísperas de enfrentarse al Bayern de Múnich en los octavos de final de la Champions League. «Quizá ha llegado el momento de que vuelva a marcar gol», advirtió el técnico francés.
El talentoso centrocampista alemán lleva sin acertar con el arco rival desde hace dos meses. Entre los fans ha dejado de ser indiscutible. Y se ha llegado a especular en la prensa inglesa que, incluso, podría salir del once titular. Que Özil se siente en el banco mañana en el Allianz Arena parece sin embargo bastante improbable. Wenger todavía mostró paciencia con el campeón mundial. El alemán de 28 años sigue siendo una figura querida en el vestuario, pero según reportan medios británicos, algunos compañeros de equipo están descontentos por lo que consideran un trato de favor del técnico al centrocampista.
Özil es uno de los problemas por resolver de Wenger, que hace tiempo que está bajo una fuerte crítica en Londres. Tras las derrotas en liga ante Watford y Chelsea, el entrenador defendió al alemán, pero después del gris 2-0 ante el modesto Hull, en el que Alexis Sánchez logró un doblete y Özil mostró de nuevo un juego pálido, admitió dudas. «Tengo la sensación de que le falta autoconfianza», advirtió.
Del campeón alemán se espera más ahora que llega el tramo decisivo de la temporada. Al igual que el de Alexis, el contrato de Özil con el Arsenal termina en 2018. Las negociaciones sobre una posible prolongación están atascadas. En una entrevista con el diario ‘Kicker’, el germano afirmó a comienzos de enero que quiere seguir en Londres, pero ligó su continuidad con la del entrenador, cuyo contrato finaliza en verano. «No creo que eso sea el punto más importante en su decisión», señaló sin embargo Wenger.
El jugador persigue en su renovación un fuerte aumento de sueldo. Pero a diferencia de Alexis, que con 17 goles y ocho asistencias goza de una inmejorable posición de partida como máximo artillero de la Premier League, Özil tiene aún, según sus críticos, que justificar la subida salarial. Özil necesita pues una reacción inmediata, y nunca mejor que ante el Bayern de Múnich, en Champions League y, quizá, con un gol, pues también la paciencia de Wenger puede llegar algún día a su fin.