Muchos de nosotros esperábamos que esta temporada el Leicester City bajara a la Tierra tras tocar el cielo la temporada pasada. Conseguir un hito histórico ganando la Premier League no se consigue todos los años, y el nivel dado por jugadores mediocres durante la temporada pasada fue uno de los ‘cuentos de hadas‘ más impresionantes de la historia del fútbol.
Como decía, el nivel esperábamos que fuera inferior, pero mucho mejor que la actual situación de los ‘foxes’ que están bordeando peligrosamente los puestos de descenso. Con un Crystal Palace de un ‘Big’ Sam experto en estas lides, un Swansea en alza con Paul Clement y un Sunderland haciendo ‘un Sunderland’ (remontar en las segundas vueltas), la situación que rodea al Leicester es muy peligrosa.
A pesar de reforzarse considerablemente en el mercado veraniego, los nuevos jugadores no han destacado en esta temporada. Las apuestas de Musa y Slimani están dejando dudas en el ataque. La baja de Kanté está siendo muy dura para Ranieri que no ha encontrado su sustituto en varios meses de competición, pero el otro gran problema del Leicester es el doble problema con sus estrellas, Vardy y Mahrez.
Eran tiempos de vino y fiesta en Leicester y ahora tornan en una resaca dolorosa | Getty
Sin lugar a dudas, tanto el delantero como el centrocampista fueron los dos mejores jugadores de la temporada pasada en la Premier League. Sonaron para reforzar multitud de equipos, se habló de ofertas mareantes por ellos durante el verano, pero decidieron quedarse mediante una suculenta renovación en Leicester.
Ranieri tiene dos problemas, el rendimiento y aportación de ambos esta temporada está muy por debajo de su nivel del año pasado, el año pasado a estas alturas de competición habían jugado 47 partidos en toda la Premier League aportando al Leicester 31 goles. Pero no solo los goles, también los disparos, hasta 110 tiros, y 12 pases de gol entre ambos. Esta temporada, las cifras están muy por debajo, y tras 24 jornadas solo han podido marcar 8 goles en 49 disparos a portería.
El problema no es de acierto, es de falta de ocasiones, falta de juego, de creación y de buscar la jugada. Los rivales han aprendido el ‘sistema Leicester’ y cada vez son menos los que dejan a los ‘foxes’ opciones de contrataque, la especialidad de la casa con Mahrez conduciendo y Vardy definiendo. Si quieren seguir en Premier League, toca reinventar el método.