Se acabó el Mundial de Balonmano de Francia y con él se acabaron, por el momento, las tardes llenas de partidos de selecciones. Este torneo nos deja multitud de vivencias, como el portero-jugador con peto de Angola, la eliminación en octavos de Alemania y Dinamarca o la sorpresa de Noruega que pasó de wild-car, a conseguir la medalla de plata. Pero sobre todo nos deja siete jugadores que han dado un golpe sobre la mesa y que han sido la revelación de este XXV Campeonato Mundial de Balonmano Masculino.
Torbjørn Bergerud
El guardameta noruego ha demostrado que sabe mantener el nivel y la calma en los momentos donde su equipo más lo necesita. Aunque empezara un tanto irregular, a partir de octavos de final se consolidó como el portero revelación del Mundial. Entre sus mejores actuaciones se encuentra el siete metros a reloj parado que detuvo al croata Horvat en semifinales y que suponía jugar una prórroga, a la postre ganada por los nórdicos. Aunque esta temporada juegue en el Holstebro danés todo parece indicar que el próximo año defenderá la meta de uno de los grandes de Europa.
Jerry Tollbring
El todavía jugador del Kristianstad sueco ha sido el mejor jugador de su selección en este torneo. Una selección que nos ha dejado muy buen sabor de boca y a la que auguramos un gran futuro. El extremo izquierdo, de tan solo 21 años, ya ha sido fichado por el Rhein-Neckar Löwen alemán, y sus 38 goles en el Mundial lo avalan. Sin duda, un acierto de los «Leones de Mannhein«.
Haniel Lángaro
El jugador del Naturhouse La Rioja ha dado un paso adelante en la nueva selección brasileña. Si ya estaba siendo un jugador revelación en la Champions League con los franjivinos, en Francia ha dejado claro que tiene capacidad y potencia como para ser el próximo jugador franquicia de Brasil y con solo 21 años. Además de su gran técnica, ha demostrado que tiene una calidad humana insuperable, admitiendo él mismo que su acción sobre Alex Dusjhebaev, en los octavos de final, debería haber sido sancionada con tarjeta roja en vez de exclusión.
Magnus Landin
El joven jugador danés, comenzó el torneo siendo «El hermano de Nicklas«, pero a base de goles imposibles y roscas increíbles desde el extremo ha sabido hacerse un nombre propio, aunque su selección abandonara el Mundial demasiado pronto. Magnus ha dejado asombrado al mundo y seguro que muchos de los mejores equipos de Europa querrán tenerlo en sus filas para la próxima temporada.
Miha Zarabec
Una de las mejores canteras de Europa, el Celje, ha vuelto a sacar a un gran talento a la palestra mundial. El esloveno representa a la perfección el concepto de «central clásico». Con solo 1,77 metros de altura y 77 kilos de peso es capaz de romper cualquier defensa rival gracias a su inteligencia y su visión de juego. Si bien en algunas ocasiones su juventud (21 años), le juega malas pasadas como precipitarse demasiado en los pases, ha demostrado ser capaz de llevar el timón de una gran selección que aspira a todo. Miha tiene mucha culpa de que la selección balcánica haya logrado el bronce.
Nedim Remili
Con sus 21 años ha dejado boquiabierta a media Europa con su temporada en el todopoderoso PSG francés, pero en este torneo se ha consolidado como una pieza fundamental para la Francia de Dinart. En una selección rodeada de estrellas mundiales, Nedim ha sabido coger un protagonismo impropio de su edad y ha sido el máximo anotador de su selección. En un futuro no muy lejano será definitivamente el mayor arma ofensiva de una selección que no parece tener rival.
David Balaguer
Si ya antes de este Mundial estaba siendo uno de los mayores descubrimientos del balonmano europeo, su paso por Francia ha despejado totalmente las pocas dudas que había sobre él. David ha sido capaz de comer muchos minutos a uno de los mejores extremos del mundo, Víctor Tomás. Sin duda alguna el HBC Nantes tiene una joya en sus filas, pero lo mejor de todo es que ‘Bala’ solo acabar de empezar su aventura en Los Hispanos, veremos donde está su techo.