Las transferencias de los futbolistas Carlos Tévez y Javier Mascherano concretadas en 2005 al Corinthians de Brasil volvieron a quedar bajo sospecha después de que un fiscal argentino solicitase investigar si en las operaciones existieron presuntas maniobras de lavado de dinero. El fiscal Federico Delgado pidió realizar una serie de medidas para esclarecer si Gustavo Arribas, actual director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de Argentina, recibió una cifra cercana a 560.000 euros de la empresa brasileña Odebrecht para favorecerla en la licitación de una obra pública.
Entre sus solicitudes Delgado pretende establecer si Arribas cometió supuestas irregularidades cuando ofició, junto a otros dos socios, como intermediario de la concreción de los pases de Tévez, de Boca Juniors, y Mascherano, de River Plate, al Corinthians brasileño. En 2005, el entonces diputado argentino Mario Cafiero presentó una denuncia contra Arribas en la Justicia y en la Unidad de Información Financiera (UIF) argentina, el organismo encargado de analizar información, prevenir e impedir el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Según dijo Cafiero días atrás en una entrevista concedida a ‘Radio 10’, de Buenos Aires, el caso buscaba determinar la existencia o no de operaciones de lavado de dinero pero fue «archivado por razones políticas».
Los traspasos de Tévez, hoy en el fútbol chino, y de Mascherano, en el FC Barcelona, fueron concretados con la intermadiación de la empresa HAZ, cuyas siglas representan los apellidos de sus socios fundadores: el argentino Fernando Hidalgo, Gustavo Arribas y el israelí Pinhas Zahavi. El presidente de Boca Juniors al momento de las transferencias era el actual mandatario argentino, Mauricio Macri, que según una investigación del diario ‘Clarín’ dio en aquel entonces dos cifras diferentes para referirse a la venta de Tévez: 18 millones y 15 millones de euros.
En los pases también intervino la firma brasileña Media Sport Investment (MSI), que en 2005 tenía a su cargo el gerenciamiento de Corinthians y que era administrada por el británico—iraní Kia Joorabchian. El diario ‘Página/12’ publicó que en su rol de empresario futbolístico, Arribas concretó varias transferencias utilizando una maniobra de triangulación con terceros clubes en los que el futbolista nunca jugaban, entre ellos Deportivo Maldonado, de Uruguay, y Locarno, de Suiza. Además, también durante la gestión de Macri al frente de Boca, Arribas coordinó la conformación y el funcionamiento de un fondo de inversión que entre 1996 y 2005 adquirió jugadores para el club, aunque algunos de ellos nunca llegaron a vestir la camiseta xeneize sino que pasaron al fútbol extranjero.