Charles Barkley, Patrick Ewing, Bogues, Larry Johnson o Bradley sufrieron en sus carnes en 1996 la pérdida de sus habilidades a manos de los Nerdlucks, pequeños habitantes de la ‘Montaña Tontolandia’, que se apoderaron del talento de los mejores jugadores de baloncesto del momento para derrotar a los Looney Tunes y de esta forma esclavizarlos para convertirlos en las nuevas atracciones de su parque de atracciones y evitar su cierre.
Danilo da Silva mostró todas sus habilidades en su etapa en Oporto, comprendida entre 2012 y 2015. Se mostró como un completo lateral derecho, fiable defensivamente, rápido al corte, intenso en la anticipación y seguro en la salida de balón. Además, como un lateral con gran recorrido, capaz de incorporarse frecuentemente al ataque, sorprendiendo a las defensas rivales, preciso en los centros e incluso con capacidad goleadora, algo que le llevó a convertirse en el defensa más goleador de la Primeira Liga portuguesa en 2015.
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Sus actuaciones no pasaron inadvertidas, y los grandes clubs europeos pujaron fuerte por hacerse con sus servicios en 2015. Finalmente, fue el Real Madrid el que se adelantó al resto y consiguió hacerse con los servicios del lateral derecho brasileño, llamado a ser uno de los mejores en su puesto durante la próxima década. Los más optimistas, pensaron que podría llegar a mostrar un rendimiento similar al de Marcelo a banda cambiada.
Danilo en un lance de la derrota contra el Celta en Copa, donde fue sustituido | JAVIER SORIANO/AFP/Getty Images
Sin embargo, desde su llegada a Madrid, Danilo jamás ha vuelto a ser aquel que deslumbró en tierras portuguesas. Es ya su segunda temporada en la capital de España en las que, desafortunadamente, lo único que se recuerda de Danilo en el equipo madridista son sus carencias tácticas, su falta de colocación, sus errores de bulto en el marcaje y, en definitiva, su total inadaptación a un equipo de la grandeza del Real Madrid. Ni rastro de la exquisitez del brasileño en la anticipación, de las incorporaciones de peligro en ataque, de los precisos centros a los delanteros madridistas o de la capacidad goleadora exhibida antaño en Oporto.
Es por ello que parece que Danilo vive un ‘Space Jam’, una pérdida total de las habilidades que había demostrado poseer en su anterior etapa y que llevaron a toda Europa a luchar por él. Evidentemente, los ‘Nerdlucks’ son producto de la imaginación y se antoja imposible pensar que hayan podido arrebatar sus habilidades y su talento a un jugador de fútbol como hicieron hace dos décadas con jugadores como Barkley. ¿O no es tan imposible?
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