Hace ya dos temporadas que Patrick Bamford se convirtió en una de las revelaciones del Championship. Su juego entre líneas y sus goles llevaron al Boro hasta lo más alto de la clasificación, un equipo diseñado para salvarse cómodamente se situó, varias jornadas en ascenso directo.
Fue en Craven Cottage, en la penúltima jornada del largo campeonato inglés cuando el Middlesbrough perdió el encuentro y las opciones de ascenso directo por la que tanto habían luchado. El Boro se clasificó para los play-offs de ascenso de la Premier League y tras eliminar al Derby County llegó la final de Wembley donde los de Riverside perdieron el encuentro por 2-0 en una gran exhibición de Nathan Redmond.
Su juego no pasó desapercibido, y el Chelsea negó una nueva cesión de Bamford al Boro porque lo querían ceder a un equipo de Premier League. El Crystal Palace fue el elegido, los Eagles con una preocupante sequía en su delantera no dieron opciones al talento de Bamford, por lo que el Chelsea decidió cortar esa cesión en el mercado invernal y cederlo al Norwich, su verdugo unos meses atrás.
En Carrow Road tampoco tuvo muchos minutos y su juego se perdió entre Mbokani y los canaries tampoco se beneficiaron de su talento. Esta temporada, una nueva oportunidad, en Burnley, donde apenas ha jugado y era el último delantero tras Andre Gray y Sam Vokes.
Ahora, vuelve a casa, no más cesiones, vuelve al lugar donde fue feliz y donde pudo mostrar su mejor fútbol. El escenario es mayor, la Premier League no espera adaptaciones y Bamford tiene que estar preparado desde ya, y hasta 2021, fecha de finalización de su contrato.
La nómina de delanteros del Middlesbrough se amplia con la llegada de Bamford, que se suma a Negredo, Stuani, Gestede y Rhodes, aunque este último parece que saldrá vendido al Aston Villa cuando los de Birmingham pongan los cerca de 15M€ que piden en Riverside.