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El adiós de Van Gaal y su libreta, una dupla para la historia del fútbol

Después de casi 30 años de carrera, Louis van Gaal decidió poner fin a una trayectoria en el fútbol tan exitosa como polémica: un drama familiar terminó de decidir el retiro del técnico holandés, que incluso rechazó una oferta millonaria de China para dirigir en la Superliga.

«Yo podría ir haber ido allí, pero todavía estoy aquí», remarcó Van Gaal al diario holandés «De Telegraaf», donde comunicó su intención de no dirigir más.

«Han pasado tantas cosas en mi familia que me convirtieron en un nuevo ser humano, tengo que volver a ser un hombre con los pies en la tierra», explicó el ex seleccionador holandés, de 65 años.

La muerte de su yerno hace un mes terminó de cambiar su visión de la vida. «Al principio lo llamaba un año sabático, pero ahora creo que no voy a volver dirigir», explicó el ex entrenador del Barcelona, el Ajax y el Bayern Múnich entre tantos otros equipos.

«A todo o nada», siempre fue el lema de Van Gaal en su carrera como entrenador. «Si hubiese sido cartero, o lo mordía el perro o él se lo comía», comentó el ex internacional alemán Mehmet Scholl sobre la personalidad del holandés.

La espina de van Gaal en Barcelona, la Champions | Getty

«Cuando llegué a Barcelona, lo primero que me dijo fue que me habían comprado los dirigentes, que él no me quería», contó el argentino Juan Román Riquelme, fichaje estrella del club catalán en 2002, con el holandés de técnico. «Con la pelota, usted es uno de los mejores jugadores del mundo. Sin la pelota, es el peor», recordó el ex internacional argentino, que jugó muy poco bajo las órdenes del holandés.

La carrera de Van Gaal también estuvo siempre marcada por su lema. Pasó de éxitos rotundos a fracasos clamorosos. Su última experiencia de dos años en el Manchester United se saldó con millones de libras gastadas en futbolistas y apenas una Copa inglesa en las vitrinas.

«Los últimos seis meses allí los pasé parado en el cadalso, con la soga en mi cuello, gracias a la ayuda de los medios de comunicación británicos», se quejó sobre su última experiencia.

Como seleccionador de Holanda, el tercer puesto en Brasil 2014 lo revitalizó aunque no quiso continuar con su gestión más allá de ese torneo. Cambiar al portero en el último minuto del tiempo suplementario antes de la serie de penales ante Costa Rica en los cuartos de final fue la síntesis perfecta de su labor en el certamen.

Siempre con un carácter extrovertido y peculiar, que le generó casi tantos adeptos como detractores, y sin dejar de lado su libreta, casi una extensión de su mano cuando se sentaba en un banquillo, Van Gaal dejó su huella donde pasó.

En sus 30 años como técnico no le rehuyó a las polémicas, a los conflictos con los jugadores y dirigentes y mucho menos a pelearse con la prensa. No dudó en arrojarse al césped en pleno partido o simular el vuelo del pájaro para explicarle a un árbitro que un rival estaba exagerando. Tampoco dudó en decirle «tu eres muy malo» a un reportero que le cuestionó una decisión táctica o levantarse de una rueda de prensa enojado por las preguntas que le formulaban.

Grandes éxitos coronan el palmarés de Louis | Getty

En forma paralela a los conflictos, Van Gaal se fue transformando en un entrenador exitoso, que tocó la gloria hace dos décadas, con un maravilloso Ajax ganador de todos los títulos imaginables: Ligas y copas de Holanda, además de la Liga de Campeones y la Copa Intercontinental en 1995.

Nombres como los mellizos Frank y Ronald De Boer, el finlandés Jari Litmanen, Marc Overmars, Patrick Kluivert, Danny Blind y Edwin van der Sar crecieron bajo el ala de Van Gaal y se tornaron en una referencia inevitable para el fútbol europeo.

Su paso por el Barcelona también marcó un quiebre, con un estilo definido, la llegada de innumerables compatriotas y un doblete de Liga y Copa del Rey en su primera temporada en 1998. Repitió la Liga al año siguiente, aunque su regreso tras un paso por la selección holandesa ya trajo más polémicas que resultados.

«Van Gaal se cree la única estrella y no le gusta escuchar la opinión de los jugadores», se quejó en aquel momento el brasileño Rivaldo, figura del equipo, que se tuvo que ir por su mala relación con el holandés.

Con el Bayern Múnich, la libreta de Van Gaal recuperó prestigio con los títulos de la Bundesliga y la Copa alemana en 2010, aunque Europa siguió siendo una cuota pendiente.

Con su retiro, el fútbol pierde a un gran personaje, que con adeptos y detractores o con triunfos y derrotas, nunca pasaba inadvertido.

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