Tienes 31 años, eres entrenador de porteros en un equipo del fútbol regional andaluz y, de pronto, te ves en un gran torneo internacional como la Copa de África. Eso puede ocurrir y, de hecho, ha pasado. Es la historia de Papa Massé Mbaye Fall. Este senegalés de nacimiento, bisauguineano de sangre y almeriense de adopción ha sido convocado para disputar el torneo africano con los Zorros. Su selección no es nada habitual en un gran torneo, por lo que hace la participación de este año muy especial.
Siendo una cenicienta y con pocas opciones de hacer algo grande en el torneo, Guinea-Bisáu partió a Gabón con la ilusión de poder competir contra grandes potencias del continente y, así, poder dar a sus futbolistas una oportunidad de mostrarse. Gran parte de los convocados por Baciro Candé juegan en el fútbol portugués. Otros se reparten por varios países. Sin embargo, uno de ellos llama mucho la atención y ese no es otro que Papa, el más veterano de la plantilla. Papa Fall actualmente no juega en ningún equipo. Él prepara a otros para que jueguen. Sí, no han leído mal. Es entrenador de porteros de un club del fútbol regional andaluz, el Polideportivo Aguadulce, un club de una pequeña localidad situada en el municipio de Roquetas de Mar, en Almería.
Además de ser entrenador de porteros en el equipo senior, Papa entrena también a uno de los equipos juveniles. Había jugado antes en varios clubes andaluces, como el Ciudad de Vícar o Las Norias, además de haber estado en Alemania, en el SV Union Meppen, donde tuvo un buen papel. Pero su casa será siempre Roquetas de Mar. Allí le acogieron y allí le dieron la oportunidad de hacer las prácticas del título de entrenador y se quedó. En el Poli Aguadulce cumple su tercera temporada y puede que este idilio dure mucho más.
¿Por qué le llegó su convocatoria si no juega actualmente? Al ser una selección debutante, la experiencia de Papa Fall favorece al crecimiento de sus compañeros. Es el único futbolista del combinado nacional mayor de treinta años y su carácter y buen trabajo como entrenador le hacen ser el convocado ideal para una selección que aspira, no a hacer grandes cosas, pero sí a intentar cumplir con un papel digno.
Fuera de todo esto, el debut de Papa con la selección bisauguineana se produjo en junio de 2016, en un partido de la clasificación para esta Copa de África de 2017, no exento de polémica. Era el último encuentro de Guinea-Bisáu y Zambia en la fase de grupos. Jugó Papa Fall de inicio y su selección ganó 3-2, consiguiendo el pase directo para el campeonato. Zambia se quedó fuera y protestó ante la Confederación Africana de Fútbol para impugnar el resultado, puesto que creían que al jugador se le había dado el pasaporte el mismo día del torneo. Aquella protesta no llegó a más y Papa Massé Fall afrontará el mayor reto de su carrera, la Copa de África 2017.
¿Y después qué? No hay otra. Después del torneo regresará a su tierra de adopción, Roquetas, y seguirá con la formación de jugadores, tanto en categoría juvenil como senior, transmitiendo sus vivencias y sus conocimientos como portero. Será una historia que pueda contar a los chavales que entrena. Como un futbolista humilde que se gana la vida como entrenador en una categoría muy baja y en un continente que no es el suyo, llegó a participar en un torneo que fue visto en todos los continentes. Será uno más y disfrutará de lo que más le gusta, el fútbol, y de una tierra que le acogió como «uno de los suyos» desde hace tiempo.
Imagen portada: La Voz de Almería