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Fútbol sudamericano

Epidemia de despidos en Argentina

«Después de seis meses doy un paso al costado. Recordaré de forma especial mi paso por el club», expresó esta medianoche Gabriel Milito al renunciar como entrenador de Independiente.

La misma frase pudo haber pronunciado hoy Ricardo Zielinski, que tras sufrir el sábado su tercera derrota consecutiva presentó su renuncia al banquillo de Racing, confirmó el presidente del club, Víctor Blanco.

Zielinksi, Milito y otros 23 entrenadores fueron despedidos o renunciaron a sus puestos durante 2016 en el 80% de los clubes de Primera División en la Argentina.

Milito fue el cuarto entrenador que se alejó de Independiente desde que el presidente del club, el histórico líder sindical de los camioneros en Argentina, Hugo Moyano, asumió su cargo a mediados de 2014. El primero de esa lista fue Omar De Felippe, que logró con Independiente el ascenso desde la Segunda División, y luego le siguieron Jorge Almirón (seis meses después campeón del fútbol argentino con Lanús) y Mauricio Pellegrino (hoy al frente del Deportivo Alavés, en España). Conocida la renuncia de Milito, un ídolo de Independiente, los aficionados pidieron la renuncia de Moyano y repudiaron a los futbolistas que integran el plantel.

Malos resultados, disputas con la dirigencia o entredichos con los futbolistas son los principales motivos de esta epidemia de despidos en el fútbol argentino.

En los últimos partidos al frente del equipo, Zielinski fue cuestionado por algunos futbolistas del plantel, entre ellos Lisandro López, capitán e ídolo de Racing, que reclamó al entrenador utilizar un esquema de juego más ofensivo. «El equipo está bárbaro, pero si no ganás…», dijo Ricardo Caruso Lombardi al renunciar como entrenador de Huracán hace dos semanas.

Caruso Lombardi fue el segundo técnico que dejó Huracán en 2016: el anterior había sido Eduardo Domínguez. A Caruso lo reemplazó como entrenador interino Néstor Apuzzo, pero la dirigencia ya contrató para comenzar 2017 a Juan Manuel Azconzábal, que días antes había renunciado a Atlético Tucumán.

Temperley, Racing, Sarmiento, Belgrano de Córdoba e Independiente también utilizaron a dos entrenadores en el año que termina.

Entre los llamados equipos «grandes» de la Argentina únicamente River mantuvo a su entrenador, Marcelo Gallardo. El «Muñeco» lleva 30 meses en el cargo, lapso en el que club ganó seis títulos sobre ocho finales disputadas.

Gallardo, sin embargo, puso en duda su continuidad en el equipo «Millonarios» cuando el viernes anunció que se tomará «unos días» para reflexionar acerca de su futuro. Lo hizo un día después de conseguir con River la Copa Argentina y, junto a ese título, la clasificación para jugar la Copa Libertadores 2017, el máximo torneo continental, que ganó en 2015.

Boca y San Lorenzo, además de los mencionados casos de Racing e Independiente, decidieron cambiar de rumbo en este año: Guillermo Barros Schelotto reemplazó a Rodolfo Arruabarrena y el uruguayo Diego Aguirre a Pablo Guede, respectivamente.

Solo seis equipos de los 30 que disputan el torneo argentino mantuvieron hasta el momento a sus entrenadores desde que comenzó el año: River (Gallardo), Estudiantes (Nelson Vivas), Lanús (Jorge Almirón), Patronato (Rubén Forestello), Talleres (Frank Kudelka) y Godoy Cruz (Sebastián Méndez). Sin embargo, Méndez anunció que no estará en el club cuando comience 2017.

A la lista de entrenadores que dejaron sus puestos este año podría sumarse el nombre de Gerardo Martino, que el 6 de julio pasado renunció como técnico de la selección argentina. Lo hizo nueve días después de caer ante Chile en la final de la Copa América Centenario y en medio de graves dificultades para armar el equipo que quedó eliminado en la primera fase de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Martino fue reemplazado por Edgardo Bauza, cuya continuidad fue puesta en duda en varias oportunidades desde que asumió el 5 de agosto.

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