Es evidente que el Valencia tiene algunas carencias en su plantilla. Es curioso que en el lateral haya dos jugadores de gran nivel (Montoya y Cancelo) y que en la delantera no haya ningún jugador que sea capaz de poder llevar el peso de toda una entidad tan histórica (en cuanto a goles). Allí habitan Nani, Munir o Mina, sin duda futbolistas capaces de romper partidos con su clase pero que no tienen como hábitat el área rival. Entonces, aterrizó Prandelli un entrenador capaz de apagar grandes incendios y los ches, en términos extradeportivos sobre todo, son un constante volcán en erupción.
El italiano insistió en sus primeros partidos en el 4-3-3 de Ayestarán con un Parejo mucho más móvil entre las líneas rivales. Pero el ex de la Fiorentina decidió sacar su libreto, un cuaderno que escribió sus páginas en el país de la pasta. Además, en la selección italiana Prandelli ya había jugado con tres defensas y dos carrileros y el conjunto valenciano tenía un contexto buenísimo para implementarlo.
Los de Mestalla cuentan con el jugador de la liga que más se parece a Marcelo, especialmente por los inicios que tuvo el brasileño: Joao Cancelo. El luso tiene ese “desorden” tan esplendido en el que necesita espacio para correr y sobre todo debe tener a alguien que le pueda cubrir sus espaldas. Detrás de él están Garay, Mangala y Abdennour –al que parece que le sienta bien estar en una defensa de tres-. Asimismo, por el flanco izquierdo, Gayà debe reencontrarse con el fútbol que le llevó a ser querido por media Europa y, al igual que su homónimo de la derecha, necesita campo para llegar hasta arriba.
Joao Cancelo | Getty
En el centro, seguramente, hay más dudas. El doble pivote Suárez-Enzo sigue sin dar esos réditos ofensivos por su menor capacidad de construcción que podría dar el joven Medrán, que llama a la puerta desde hace tiempo. Parejo, por su parte, tras sus incontables problemas en pretemporada parece inamovible. Y luego está la delantera, que merece un parágrafo aparte.
Está claro que Nani, en esa conjunción de chavales en la línea ofensiva, debe ser uno de los más importantes. El ex del Manchester United jugó como referencia con su selección durante el pasado europeo por lo que su presencia es relevante. El otro lugar, se lo disputan Munir –que sigue haciendo méritos-, Rodrigo y Mina –que arrancó la temporada como un cohete-.
Cada mañana, el aficionado del Valencia abre el periódico y se encuentra con que su club quiere a un nuevo delantero. La secretaría técnica tiene clara cuál es su prioridad por lo que en enero podríamos ver al nueve que necesita el equipo. Quizás es lo único que le falta a Prandelli porque, por el momento, lo demás está comenzando a fluir de la manera que el transalpino pensó al llegar. Obviamente, los jugadores deben adaptarse a los automatismos de su técnico pero, si hay paciencia, Prandelli con este esquema parece que llama al sentido común. Algo muy necesario en Mestalla.