Al término de las 55 vueltas que tuvo la carrera del Gran Premio de Abu Dhabi, Nico Rosberg se coronó como nuevo Campeón del Mundo de Fórmula 1 y se unió a la lista de pilotos que han ganado el título, siendo el trigésimo tercero que lo consigue. Pero en el circuito de Yas Marina vimos algo más que un nuevo piloto que ganaba su primer campeonato, vimos una carrera que es merecedora de decidir el ganador del título mundial.
Los dos rivales al título eran los dos pilotos de la escudería Mercedes. En esta ocasión, el Mundial tendría ganador en la última cita del calendario, y esto como no, tenía su extra de aliciente.
Nico Rosberg partía con una ventaja de 12 puntos respecto a Lewis Hamilton, por lo que parecía que lo tenía muy fácil para ganar, pero el tricampeón no estaba dispuesto a darse por perdido. En un primer momento, se podría esperar una carrera aburrida, en la que Rosberg no arriesgaría y un Hamilton que tendría que poner todas sus esperanzas en un fallo mecánico, pero no fue esto lo que ocurrió.
Lo que sucedió en el circuito de Abu Dhabi fue una auténtica lucha por el título. Tanto Lewis como Nico llevaron a cabo su estrategia, manteniendo en vilo a todos hasta la última curva. La estrategia del recién coronado campeón era no despegarse del Mercedes de su compañero, para así evitarse entrar en problemas. Y arriesgó para ello, ya que realizó un adelantamiento a Max Verstappen que engrandece el título que ganó. Podría haberse reservado detrás del piloto holandés, sin embargo, decidió adelantarle asumiendo todos los riesgos, entre ellos, un posible choque que le dejara fuera de la carrera. La conclusión fue un adelantamiento magnífico.
Por otro lado tenemos la estrategia de Lewis, era quien lo tenía más difícil, e hizo todo lo que pudo por conseguir sacarle los puntos necesarios a Rosberg para ganar el Mundial. Su plan era sencillo, ralentizar la carrera para que los pilotos que venían por detrás, Sebastian Vettel y Max Verstappen, dieran caza a su rival por el título. Si todo le salía bien, Nico terminaría cuarto la carrera y él sería campeón. Desde el equipo le pedían que aumentara el ritmo, para evitar que los pilotos de atrás llegaran a cabeza de carrera, pero el tricampeón hizo caso omiso de las órdenes y se centró en llevar a cabo su plan.
Estuvo a punto de salirle bien, ya que a final de carrera, del primero al cuarto se encontraban uno detrás del otro. Le faltó que los demás pilotos adelantaran a Rosberg, hecho que no llegó a suceder. Finalmente, el piloto alemán cruzó la meta en segunda posición, lo que le coronaba como nuevo Campeón del Mundo.
Fue un auténtico espectáculo, una carrera digna de la Fórmula 1. Ambos pilotos siguieron su estrategia, uno la de mantener la distancia con su rival, y otro la de intentar hacer que su rival no quedara detrás suya. Ambos pilotos habrían sido merecedores del título, esta vez lo ganó Nico Rosberg.