Más allá de sus titularidades, de sus carreras en banda, velocidad y desborde, de su compañerismo, asistencias y goles, a Pedro se le recuerda por su sonrisa torcida, blanca y brillante. En el Barça, su buen estado de forma se evidenciaba a través de ella. Jugador expresivo, sonreía incluso cuando alguna jugada no le salía bien.
Tan solo unos pocos futbolistas están destinados a empezar y terminar su carrera en el mismo equipo, y sin hacer erasmus en otros. Pedro ya no formará parte de este pequeño grupo de privilegiados. Ascendió hasta hacer suya la zona verde del ataque azulgrana del Camp Nou, pero hubo un momento en que tuvo que compartirla y salió perdiendo. Relegado al banquillo, añoraba el balón y salir corriendo. En su última temporada en el Barcelona fue más suplente -20 partidos- que titular -15 partidos-. Y como jugador que quiere minutos más allá de solo trofeos, emigró a Inglaterra.
El Chelsea parecía un equipo propicio para que Pedro alcanzase de nuevo su nivel más alto, por sus características de juego y el estilo tanto de la Premier como del propio Chelsea. De hecho, al canario le sentó muy bien la liga inglesa en un primer momento, marcando incluso el día de su debut. Mourinho confiaba en él y mientras tanto Pedro le devolvía goles y asistencias. Sin embargo, los ‘blue’ no atravesaba buenos momentos. El portugués no daba con la tecla en un conjunto lleno de estrellas y acabó estrellado. Pedro jugó 29 partidos en la temporada 15/16, 24 de ellos como titular, pero cabizbajo, su rendimiento no fue el esperado y no sonreía.
Los buenos momentos no duran para siempre. Tampoco los malos. Y, esta vez, Conte se ha encargado de arreglarlo, aunque le haya costado ocho jornadas de liga. Pedro, al principio, no contaba para el italiano. Pero el ajuste al 3-5-2, donde todos se sacrifican, han impulsado a un Chelsea que pelea el liderato con el Liverpool jornada tras jornadas. Desde el cambio de sistema contra el Leicester, Pedro ha vuelto a ver puerta en tres ocasiones y ha dado cuatro asistencias, siendo titular en todos los encuentros. Además, a la hora de defender cuenta con números para que su entrenador siga confiando en él: por ejemplo, es el jugador que más recuperaciones realiza en la Premier. Un dato importante para la forma de ver y entender el fútbol de Conte.
Su último tanto ante el Tottenham, con un recorte seco y rápido y un disparo con parábola hacia la escuadra, imposible para el portero, es la mejor referencia de que Pedro ha vuelto. Jugador hogareño, se ha adaptado a su nueva casa, Stamford Bridge -aquí es donde ha marcado y asistido en esta temporada-, y el Chelsea vuelve a brillar con la ayuda de la mejor sonrisa de Pedro.