Cada año, la NCAA, acoge a jóvenes jugadores repletos de ganas e ilusión por mostrar todo su talento. Las canchas de basket no dan abasto con tanto genio suelto por ellas, pero solo serán algunos, los que tras esta bonita etapa, den el salto a la NBA. Aún así, el futuro de la mayoría se encuentra en el mundo del baloncesto. En esta temporada 2016 – 2017, estos son algunos de los aleros a seguir.
JARON BLOSSOMGAME (CLEMSON)
Uno de los candidatos a ser considerado como posible mejor jugador de la liga este curso, liderando para ello, a un equipo como Clemson, que no cuenta con demasiadas opciones, por no decir casi ninguna, de pelear por el título.
Alero completo, con buenas prestaciones ofensivas, principalmente entrando a canasta y aprovechando su extraordinaria capacidad atlética, pero también con el tiro, donde ha mejorado notablemente. Peligroso en el catch and shot, y también tras el pick & pop. Buenos porcentajes el pasado curso desde la línea de tres (44% de acierto), aunque tendrá que seguir progresando para convertirse en una verdadera amenaza desde el perímetro.
Excelente reboteador, tanto defensivo como ofensivo, gracias a su buena colocación y salto. Además, es un gran defensor, capaz de marcar con eficacia a jugadores de todas las tallas. Quizás su mayor pega la encontremos en el apartado de asistencias, o mejor dicho, movilidad de balón, ya que Jaron no es demasiado habilidoso, en comparación con otras grandes figuras en esta posición de la liga. En todo caso, muy atentos a sus actuaciones este curso, estamos hablando de uno de los mejores jugadores en toda la NCAA.
DILLON BROOKS (OREGON)
Un jugador de baloncesto extraordinario, al que tan solo le falta un físico prodigioso, que acompañe toda esa calidad que atesora en sus 204 centímetros de estatura. Y hablo de físico prodigioso, porque no es que no tenga condiciones atléticas destacables, ni mucho menos, pero quizás no llega al nivel de otros de sus compañeros, a los que sin duda, gracias a ellas, les veremos algún día en la NBA, junto a Brooks, ya que aunque este llegue por otras cualidades, seguro que lo hará.
Brooks es un jugador cuyo pilar fundamental, en el que sustenta todo su juego, es la cabeza, esa por la que pasan todas sus ideas, que después con clase y talento trasforma en canastas, rebotes, robos y asistencias. Versátil como pocos, puede tirar de tres con cierta regularidad y acierto (aunque con margen de mejora), penetrar, postear, abrir espacios y asistir. Multitud de oportunidades las que da a su equipo en ataque.
Además, en defensa no baja sus prestaciones, ya que con toda la intensidad que desprende en su juego, y su gran instinto para este deporte, puede ser un jugador capaz de secar al tirador más fiable, o de aguantar el envite de coloso en la pintura. Muchas posibilidades para un jugador, llamado a ser uno de los más importantes este curso en la NCAA.
MILES BRIDGES (MICHIGAN STATE)
Un fuera de serie físicamente. Capacidad atlética envidiable, de la que nacen sus principales virtudes. Con un gran salto, y sin miedo al contacto, penetra hacia canasta con regularidad, logrando muchas canastas sencillas para él, pero complicadísimas para la mayoría de mortales. Si puede colgarse del aro no dudará en hacerlo.
Tiene buenas prestaciones para el rebote, pero no es su punto fuerte, al igual que tampoco promedia buenas cifras desde la línea de tres, donde se muestra confiado, pero no acertado. Mucho margen de mejora en el tiro en general. Aun así su gran velocidad le permite ganar bien la espalda a sus defensores, y ello le basta para ser uno portento ofensivo, al que todavía queda mucho talento por sacar a la luz con trabajo y más trabajo.
En defensa es duro de roer gracias a su fuerza, y agilidad, pero necesita más implicación y concentración por momentos para poder aprovechar al máximo sus buenas condiciones naturales. Uno de los freshamn más interesantes este curso 2016 – 2017 en la NCAA, y un futuro jugador NBA si nada extraño sucede.
JAYSON TATUM (DUKE)
Un alero con multitud de recursos ofensivos para anotar desde media distancia. Un jugador que puede utilizar un giro, un paso atrás, o cualquier otra técnica para distanciarse lo justo de su par, y lanzar a canasta. De su tiro solo le falta coger confianza en el triple, para controlar todos los aspectos y franjas de la pista.
A ello hay que sumarle una capacidad física espectacular, que le permite anotar en transiciones rápidas con suma facilidad, así como, postear o elevarse para conseguir encestar. Capacidad atlética envidiable la que exhibe con sus 207 centímetros de estatura. Ofensivamente muy complicado de igualar como se puede ver. Además es un extraordinario reboteador, ya que a su gran físico, lo acompaña un instinto natural para jugar al baloncesto.
Este mismo instinto le ayuda a desenvolverse como gran defensor, aunque aún tiene margen de mejora en este apartado, sobre todo para explotar más su potencia en la zona, y poder marcar a jugadores de mayor corpulencia. También tiene que trabajar en el apartado de asistencias.
Dicho todo esto, Tatum, con sus grandes virtudes, y aspectos a mejorar, es sin duda uno de los talentos más a tener en cuenta este curso, y también de cara a pelear por ser el número 1 en el próximo draft de la NBA.
JOSH JACKSON (KANSAS)
Otro animal suelto por la NCAA. Otro jugador con una capacidad atlética descomunal. Veloz y ágil, así como potente y explosivo, Jackson es capaz de entrar a canasta y colgarse del aro para deleitar al respetable. Si tiene espacios para correr, y le dan el balón, puede descoser cualquier defensa que se interponga en su camino. Sus muelles funcionan a las mil maravillas, y le dotan de una gran plasticidad en el aire, pudiendo cambiar la trayectoria ante oposición. Su primer paso, cuando arranca, es muy efectivo.
En cuanto al tiro es otro tema. No es un jugador capaz de ser, adía de hoy, una amenaza fiable como tirador. Le falta mucha consistencia y mejorar notablemente tanto la mecánica como los momentos en los que mirar a canasta. Campo amplio de mejora, pero capacidad para superarse y lograrlo.
Tremendo reboteador, y buena visión de juego, que unidos a una defensa, cuando quiere, muy intensa, le dan argumentos más que suficientes para ser considerado uno de los freshman más buscados en el lejano oeste, durante la presenta campaña. Futuro NBA sin duda alguna. Incluso es posible que estemos hablando de una de las estrellas, en los años venideros, de la liga norteamericana.
Potente, atlético, y con una altura muy considerable (2,10m), este alero, con capacidad para jugar como 4, es otro de los jóvenes llamados a dejar su impronta en la NCAA este curso.
Su gran y ágil zancada le permite correr de lado a lado de la pista, aprovechando con ello su capacidad atlética en ataque. Gracias a su envergadura, es difícil de detener una vez ha dejado de botar y mira al aro con picardía. En el poste también es un jugador tremendamente solvente, aprovechando que sus centímetros le suelen dar ventaja de altura con sus respectivas parejas de baile.
No tiene mala mano, sobre todo si tenemos en cuenta su talla, pero aun así, no es lo suficientemente regular como para poder ser considerado un tirador de perímetro. Van a tener que trabajar mucho este aspecto si quiere realmente desenvolverse como alero.
Buena capacidad para el rebote, y potencial defensivo, que incrementaría con más trabajo en el gimnasio, ya que Isaac es un jugador delgado, al que le cuesta enfrentarse contra aleros pesados capaces de desplazarlo por kilos. Otro apartado que tiene que cuidar es el pase, donde puede dar mucho más de si, ya que no tiene para nada mala visión.
En lineas generales, con ese campo de mejora propio de su edad (19 años), es un jugador que pinta bien, pero al que han de acompañar y seguir sus entrenadores en Florida, para que, en lo que parece, un paso exitoso por la NCAA, rumbo a la NBA, no acabe desviándose.
