En Rotterdam están ilusionados. Se respira un ambiente de emoción y esperanza en los alrededores de De Kuip. El Feyenoord va líder de la Eredivisie y todavía se mantiene invicto. Además en Europa están a buen nivel con victorias de prestigio como la que consiguieron en casa contra el Manchester United de Mourinho, Pogba y compañía.
Pero no siempre ha sido así en la última década. El Feyenoord vivió un lustro absolutamente desastroso a nivel deportivo. Desde la temporada 2007/2008 que ganó la KNVB Beker (copa holandesa) hasta la temporada 2011/2012 todo fueron malas noticias. Se apostó por un equipo de gente veterana venida a menos (Mackaay, Van Bronckhorst, Tomasson) y la prolífica cantera no daba buenos futbolistas que aumentaran el nivel del equipo. El club tocó fondo con un 10-0 en liga contra el PSV que mostró a un equipo y a unos aficionados totalmente destruidos.
Todo cambió con la llegada de Ronald Koeman al banquillo del Feyenoord. Llegó con una filosofía de fútbol vistosa, alegre y ofensiva. Dio galones a gente de la cantera como Jordi Clasie, para que fueran su prolongación en el campo. Llegaron delanteros jóvenes y con proyección como Guidetti y Pellé y el equipo poco a poco empezó a ganar y a recuperar el prestigio perdido en los últimos años. Se consiguieron dos subcampeonatos de liga y varias victorias en el clásico frente al Ajax.
Tony Villhena celebra un gol con el Feyenoord | Getty Images
Tras tres temporadas magníficas de Koeman, llegó Gio Van Bronckhorst al banquillo, que había sido segundo de Koeman durante las dos últimas temporadas y aportaba una línea continuista que el club vio como positiva. Y con él regresaron viejas glorias que todavía tienen mucho que aportar como Dirk Kuyt. Este había sido segundo entrenador de Koeman y aportaba una línea continuista que el club vio como positiva. Tras una primera vuelta irregular la temporada pasada, esta temporada están siendo un equipo muy sólido atrás, muy vertical y con transiciones muy rápidas que provoca que sus partidos sean muy entretenidos y tengan mucho ritmo. Hay una mezcla de futbolistas jóvenes salidos de la cantera como Rick Karsdorp, Kongolo y Vilhena que sumados a jugadores más veteranos como Kuyt, El Ahmadi y el guardameta Jones hacen una combinación perfecta.
El club no quiere lanzar las campanas al vuelo públicamente. Pero todo el mundo en Rotterdam sabe que este año es la oportunidad de poner al club en el mapa futbolístico europeo y de recuperar el trono de Holanda. El ave fénix ha llegado a De Kuip y parece que para quedarse.
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