Los organizadores del Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia meditan salir al menos temporalmente de la máxima competición del automovilismo, según expresaron el gerente del circuito, Razlan Razali, y el ministro de Deportes del país, Khairy Jamaluddin. «Quizás le haga bien a Malasia tomarse una pausa», dijo Razali a medios locales. El contrato como sede de la carrera en Sepang expira en 2018.
Los motivos para la renuncia que esgrimen los responsables son una caída en el interés de los espectadores a causa de la falta de competitividad deportiva y los altos costos. «El producto no existe más. Hay un equipo que domina», advirtió el directivo en referencia a la escudería Mercedes, que por medio de Lewis Hamilton y Nico Rosberg controla el campeonato desde hace años.
El consorcio estatal petrolero Petronas es uno de los principales patrocinadores. El ministro de Deportes habló de gastos muy elevados y pocos réditos.«Hay formas más económicas de promocionar Malasia», escribió Jamaluddin en su cuenta de Twitter. «Creo que deberíamos dejar de albergar la Fórmula 1. Al menos por un tiempo. El costo es muy alto, los retornos muy limitados».
El político cree que haber sido el primer Gran Premio en Asia fuera de Japón fue algo importante, pero ahora hay tantas carreras que la ventaja se ha trasladado a los nuevos. Malasia es sede de un Gran Premio de Fórmula 1 desde 1999. También recordó que el número de espectadores en el circuito y en la televisión, así como el de visitantes extranjeros, descendió. Y aseguró que los costos de organizar una prueba nocturna, como en la vecina Singapur, son demasiado altos. Malasia organiza este fin de semana un Gran Premio de motociclismo, una disciplina que Jamaluddin sí quiere conservar por los menores gastos que origina.