El pasado mes de julio Javier Mascherano amplío y mejoró su contrato con el Barça. El nuevo acuerdo, que expira en 2019, debería en principio unirle a la disciplina azulgrana hasta el final de su carrera. No obstante, pese al nivel mostrado en las últimas temporadas, tras la llegada de Umtiti, el argentino parece ser que deberá asumir un rol más secundario. La pregunta es: ¿lo asumirá?
Mascherano ha demostrado en este inicio de temporada no estar al nivel de antes, algo que, en sí, no deja de ser normal. Al fin y al cabo, es ley de vida. Y él Jefe ya tiene 32 años.
Adoptar un rol secundario, no obstante, no implica dejar de ser importante. Al contrario, Mascherano todavía puede aportarle muchas cositas al equipo. Para empezar, no deja de ser un comodín para Luis Enrique, dado que puede actuar tanto de central como de mediocentro defensivo, posición en la que, pese a ser su natural, baja bastante su rendimiento en el Barça. Además, aunque no atraviesa por su mejor momento, siempre puede ayudar en aquellos momentos críticos, momentos en los que el equipo se bloquea y sufre defensivamente. Mascherano las ha vivido de todos los colores y, por ende, su experiencia está exenta de dudas. Finalmente, y en la línea del anterior motivo, puede ayudar a los más jóvenes de la plantilla, al aportarles su granito de arena. Es un jugador respetado y querido, un líder de vestuario.
Ahora bien, dicho todo lo dicho, Mascherano tiene un cartel y habrá que ver si acepta la situación o si, por el contrario, busca firmar su último gran contrato. Por otro lado, quién sabe si el club no le ha renovado con la idea de sacar tajada en una futura venta. La llegada de Umtiti le ha relegado a un segundo plano con el que él podría no estar conforme.