El técnico alemán del Liverpool, Jürgen Klopp, no deja indiferente a nadie. O lo amas, o lo odias. Pero es muy difícil que pase inadvertido. Su coleguismo con sus jugadores, sus eufóricas celebraciones y/o protestas, su devoción por el contraataque. Tal vez seas de Rock and Roll o de música clásica. Si prefieres la segunda opción, Klopp no es tu hombre.
Aprovechando el parón de las grandes ligas a causa de los partidos internacionales, el entrenador Red ha concedido una entrevista al Daily Mail que refleja perfectamente todo lo citado anteriormente. Sus declaraciones no han sido tópicas y podrás compartir sus palabras de la primera a la última letra o por el contrario no estar más en desacuerdo. O lo amas, o lo odias. Y esta entrevista lo certificará aun más.
“La mayor diferencia entre la Premier League y La Liga es que los partidos son difíciles”. Argumenta diciendo que si eres el Manchester United o el Manchester City puedes jugar y triunfar en varios partidos cerrados, pues pueden hacer dos equipos competitivos. Se entiende que por su poderío económico. “El Barcelona ganaría la mitad de los partidos con los suplentes” y “Messi es capaz de correr solo cuatro kilómetros y hacer cinco goles”. Estas últimas reflexiones se pueden entender como una alabanza al astro argentino y al club catalán pero en el contexto de la entrevista se lee entre líneas una crítica feroz a los equipos y competitividad de La Liga.
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Otros de los temas que siempre ha criticado el díscolo técnico alemán: los fichajes multimillonarios. Su posición es inamovible, nunca haría un desembolso como el de Pogba, Bale o Higuaín. No es necesario gastar tanto dinero, afirmó, y en el Liverpool compraron lo suficiente, por un precio razonable, en su opinión. Una idea compartida por muchos compañeros de banquillo, pero también otros tantos criticarán los 40 millones que Klopp necesitó para llevar a Sadio Mané a Anfield.
También, como le caracteriza, bromeó. Bromeó por el calendario, con la idea de jugar en Navidad y estar lejos de casa: “Amo a mi familia, pero yo prefiero el fútbol”. Y jugó con la idea de necesitar tres equipos para afrontar el Boxing Day junto con los partidos del 28 y 31 de diciembre.
Por último, se deshizo en halagos hacia Diego Maradona. Calificó su calidad como diferente, algo nunca entrenador. Se apoyó en una anécdota de cuando lo vio jugar en Stuttgart, con el Nápoles, con 21 años. “No pude mantener la boca cerrada”. Marcó el ritmo como quiso, de forma suave, prácticamente caminando. Después se puso a jugar y silenció todo el estadio. Algo especial.