El Hannover 96 ha terminado la primera vuelta de la Bundesliga en los puestos de descenso y siendo de los equipos menos goleadores en ese tramo de competición. Este apartado es fundamental para salir de lo más profundo de la clasificación y para ello se han hecho en este mercado invernal con los servicios de Szalai, procedente del Hoffenheim, y también con el delantero Hugo Almeida, que llevará el dorsal 22. El portugués es un jugador consagrado, que con 31 años vuelve a la Bundesliga tras 5 años probando suerte en diferentes ligas: Turquía, Italia y Rusia.
El delantero portugués comenzó su carrera en las categorías inferiores del FC Porto y desde su llegada al primer equipo con 19 años, alternó cada año con empezar la temporada en el equipo y marcharse a algún otro equipo cedido en el mercado invernal, Boavista y Leiria fueron sus destinos. Hasta que llegó el Werder Bremen y apostaron por él pidiendo su cesión durante toda una temporada, en la cual, tras 40 partidos y 9 goles y 5 asistencias, llegó a convencer a la directiva que pagó al año siguiente 3,50 millones € al FC Porto para quedárselo en propiedad. Ese mismo año llegó al equipo el brasileño Diego, procedente también del FC Porto. Tras tres años más defendiendo la camiseta verde del norte de Alemania, Hugo Almeida se marchó dejando unos registros de 176 partidos, anotando 63 goles y dando 26 asistencias, que permitieron al Werder Bremen disputar el campeonato liguero, llegar a una final de Europa League, Copa de la UEFA por aquel entonces, perdiendo en la prórroga frente al Shakhtar, y el éxito más recordado y último del equipo, ganar la Pokal ese mismo año, la temporada 2008/09, frente al Bayer Leverkusen. En un equipo con un jovencísimo Özil y donde hacía pareja de ataque con el que sigue siendo el “nueve” del Bremen esta temporada, Claudio Pizarro.
En otro mercado invernal, en la temporada 2010/11, y tras no llevar una mal inicio con el Werder Bremen, el equipo turco del Besitkas llamó a su puerta y se marchó a mitad de temporada a Turquía, donde llegó y besó el éxito al conseguir ese mismo año la Copa de Turquía. Y suerte que la ganó, pues en sus cuatro años en suelo otomano, fue lo único que ganó, eso sí, siguió con sus registros goleadores demostrando el hombre gol que es, 47 goles y 20 asistencias en 110 partidos con la camiseta blanquinegra.
Tras terminar su contrato en el verano de 2014 ha estado sin rumbo y sin tener un equipo donde acabar de cuajar: 3 meses en Italia de la mano del Cesena y un año en Rusia repartido entre el Krasnodar y el Anzhi, su último equipo. Nuevamente el mercado invernal le hace retornar al lugar donde ha pasado sus mejores años como futbolista y donde seguramente quiere volver a sentirse el gran delantero que es. El portugués vuelve a la Bundesliga, esta vez no para disputar el título a los equipos grandes de la competición sino para ponerse el mono de trabajo y lograr una tarea también muy complicada como es la lucha por el descenso, veteranía a las órdenes de Thomas Schaff para ayudar al Hannover a salir de esas posiciones que les acercan a 2.Bundesliga.