Ya es rutina. Marc Márquez volvió a imponerse en el Gran Premio de este fin de semana. En el mítico circuito de Assen, el piloto español llevo a cabo una actuación de enorme inteligencia y sangre fría, sumó su sexta victoria de la temporada, la tercera consecutiva, consolidando su liderato en el campeonato y ampliando su ventaja a 68 puntos.
La carrera fue un verdadero pulso táctico. Márquez, que partía desde la segunda fila tras una clasificación complicada y arrastrando molestias físicas por las caídas del viernes, realizó una salida formidable y pronto se colocó en las posiciones de cabeza. Supo resistir la presión constante de Marco Bezzecchi, que terminó segundo, y de Pecco Bagnaia, que completó el podio. La gestión de Márquez fue impecable: no fue el más rápido en pista, pero sí el más inteligente, administrando la ventaja y evitando errores en un trazado traicionero, especialmente tras la bandera roja que puso fin anticipado a la prueba2.
Con este triunfo, Márquez iguala las 68 victorias de Giacomo Agostini en la categoría reina y se convierte en el primer piloto en enlazar tres dobletes Sprint-carrera de forma consecutiva. El día, sin embargo, fue agridulce para la familia Márquez: su hermano Álex sufrió una dura caída tras un toque con Pedro Acosta y se fracturó la mano izquierda, quedando fuera de la lucha por el podio.
La victoria en Assen no solo refuerza el dominio de Márquez en 2025, sino que simboliza su regreso definitivo a la élite tras años de lesiones y dificultades. “No era el más rápido, pero gestioné la carrera como quería”, declaró tras la prueba, visiblemente satisfecho por el trabajo de su equipo y por superar un circuito que no siempre le había sido favorable. El campeonato, salvo sorpresa, vuelve a tener dueño.