El Fenerbahce se coronó campeón de la Euroliga tras imponerse con autoridad al Mónaco en la final disputada en el Etihad Arena de Abu Dabi; un escenario histórico al ser la primera vez que la Final Four se celebra fuera de Europa. El marcador final de 81-70 reflejó la superioridad de los turcos, que supieron imponer su ritmo y defensa.
El partido fue un duelo táctico intenso, donde el entrenador Sarunas Jasikevicius, ya leyenda del club tanto como jugador y ahora como técnico, desplegó un plan que neutralizó al Mónaco. Destacaron las actuaciones de Nigel Hayes-Davis y Marko Guduric, quienes lideraron el ataque del Fenerbahce, mientras que Devon Hall fue clave en defensa, especialmente sobre Mike James, el referente ofensivo del equipo monegasco.
El Mónaco, que había mostrado un gran nivel durante toda la Final Four, no pudo contrarrestar la solidez y experiencia del Fenerbahce, que supo mantener la ventaja en los momentos decisivos. La presión y la intensidad defensiva de los turcos marcaron la diferencia en un partido con un marcador relativamente bajo, reflejo del equilibrio y la tensión que se vivió en la cancha.
Con esta victoria, el Fenerbahce suma su segundo título de Euroliga, consolidándose como uno de los grandes equipos del baloncesto europeo contemporáneo. Jasikevicius entra así en los libros de historia no solo como jugador sino también como entrenador campeón, mientras que el club turco celebra un triunfo que reafirma su ambición continental.