El momento de Carapaz: el ecuatoriano se mostró como el mejor escalador de la carrera, aprovechó la vigilancia y entre Roglic y Nibali y fue suficiente para conseguir el mayor éxito del deporte de su país. Queda por ver si quedará como un triunfo puntual o es un punto de inflexión en su carrera.
Mordiscos suaves: Vincenzo Nibali terminó en segunda posición, pero nunca dio la sensación de poder ganar su tercer Giro, su único objetivo. Vigiló demasiado a Roglic y se quedó sin piernas en los momentos decisivos. Sabe a poco.
Roglic no pudo: los malos augurios que se intuían durante el Giro se cumplieron creces. Tras unos primeros días dominadores aprovechando la contrarreloj, la montaña se le hizo imposible al esloveno cuando partía como gran favorito. Al menos pudo salvar el podio en una mala crono final en Verona, el primero en una grande.
El rol de Landa: una vez más, el ciclista vasco aspiraba a todo y se quedó sin victoria, sin podio y sin etapa. Su rol fue clave para Carapaz, pero ha vuelto a adolecer de un papel de líder que siempre viste y nunca cumple.
El infortunio de López: no fue el Giro de M.A.L. A la falta de forma física y piernas, al escalador colombiano también le falló la suerte. Problemas mecánicos en momentos decisivos e incluso una pelea con un espectador le privaron siquiera de entrar en el Top5 cuando aspiraba al podio.
Sin Dumoulin: es complicado hacer ciclismo-ficción, pero no tiene pinta de que este Giro se le habría escapado a Tom Dumoulin de no haber sufrido esa fuerte caída camino de Frascati. Vistas las características del recorrido, la importancia de la contrarreloj de San Marino y el tipo de etapas de montaña y su transcurso se adaptaban a la perfección a sus características.
Cima Ciccone: El joven ciclista del Abruzzo fue el gran animador de la montaña del Giro: pasó en cabeza por la mayoría de los puertos, vistió la maglia azzurradesde el primer día y se llevó el gran premio de vencer la etapa del Mortirolo. Un Giro impresionante de Giulio Ciccone.
Ciclamino de Ackermann: Un apretado duelo con el veterano Démare dio la maglia ciclaminode la regularidad al velocista alemán en su primera gran vuelta. Además suma dos triunfos de etapa en un Giro muy repartido al sprint: Ewan -2-, Démare -1-, Gaviria -1-.
Tercera semana decepcionante: el final de la carrera quedó muy cojo y con terreno escaso para marcar diferencias. La etapa del Mortirolo fue buena, pero venía con el Gavia cancelado; las etapas de Anterselva, Santa Maria di Sala y Castrozza quedaron de relleno y en la traca final dolomítica en Manghen, Rolle y Monte Avena quedó insuficiente para levantar el Giro.
Giro a la fuga: hasta 10 etapas se resolvieron con triunfo de un integrante de la fuga, ante la pasividad de pelotón y falta de control de los favoritos. Destacaron los dos triunfos de Bilbao y las victorias de Masnada, Benedetti, Zakarin, Cataldo, Ciccone, Peters, Chaves y el thriller de Cima.
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