Si alguien le dice a la afición azulgrana que el Barça iría con 6 puntos de ventaja al Madrid tras el clásico nadie se lo habría creído. El calendario, la sanción Fifa y las lesiones – en especial, los dos meses sin Messi – han sido algunas de las piedras en el camino. No obstante, las sensaciones han ido, desde el principio, in crescendo y cada vez más jugadores han ido dando pases adelante. A día de hoy, el Barça cuenta con una ventaja de 6 puntos respecto al Madrid y el goal average a favor; sin Messi, le ha recuperado 7 puntos, puesto que estaba a 1 cuando se marchó lesionado y en el Bernabéu entró ya con el 0-3.
Si en algún momento el Barça debía dar el máximo era ahora: en un mes, además del Bernabéu, se enfrentará al Valencia en Mestalla, disputará las 2 últimas jornadas de la Liguilla de la Liga de Campeones y el Mundialito de Clubes. El camino no lo podía empezar mejor y tras el 0-4 en el Bernabéu afrontará con un plus de motivación este Tourmalet.
Seguridad. Este 0-4 le da seguridad al equipo y demuestra que las cosas se están haciendo bien: el Barça lleva ya 5 partidos sin encajar y 1 en las últimas 7; ofensivamente, son 17 los goles en los últimos 7 encuentros. Y si los resultados acompañan, la recuperación de futbolistas importantes también ilusiona a Luis Enrique: en Madrid, Rakitic y Messi regresaron y, aunque les falta ritmo, permiten al técnico asturiano gozar de más alternativas y, en consecuencia, variantes.
Al igual que en el Barça todo son alegrías y certezas, en el club blanco todos son dudas. Benítez queda en la cuerda floja después de renunciar a su forma de ser y ceder ante la presión del entorno: salió con James – Benzema en vez de Casemiro – Jesé. Esto sumado a la baja forma de algunos jugadores como Ramos o Cristiano hace que el Madrid no atraviese por su mejor momento. Eso sí, que nadie dude que se recuperará.
A corto plazo, el objetivo del Barça será ganar el Mundialito de Clubes y llegar a enero con esta ventaja, cosa que no lo tendrá fácil, puesto que el Barça visitará Mestalla en dos semanas. A largo plazo, y ya con los refuerzos de Arda y Aleix, el objetivo será minimizar al máximo los errores e ir, como diría Simeone, partido a partido hasta el tramo decisivo de la temporada.
La campaña es larga y apenas acaba de empezar. Ni el Barça lo tiene hecho ni el Madrid está muerto. Los azulgranas han dado un golpe importante sobre la mesa y habrá que ver qué consecuencias acarrea en las próximas jornadas. En clave barcelonista, será interesante ver si el grado de euforia actual le acaba pasando factura o no al Barça; es decir, si continúa creciendo partido a partido o no. En clave madridista, en cambio, será interesante comprobar la reacción, si sigue, de Benítez: ¿regresará Casemiro al XI? ¿Variará la forma de jugar del equipo? El tiempo, como todo en la vida, dictará sentencia.