‘Gasolina con hielo’: Reflexiones del GP de las Américas

Nacho GONZÁLEZ – Hay un nuevo cartel de ‘Se busca’ en Texas. La recompensa es millonaria. Se busca a un joven acusado de secuestrar la emoción de MotoGP, responde al nombre de Marc Márquez. En Austin, el lugar que le vio batir sus primeros grandes récords en la clase reina, el español ha hecho mucho más que ganar otra carrera: ha dejado claro a todos sus rivales que el título en este 2014 es una pelea entre Marc y Marc.

Lo había dejado entrever viernes y sábado; y horas antes de la carrera, lo refrendó en el ‘warm up’ firmando un pleno de primeras posiciones en las seis sesiones disputadas. Sólo faltaba una, y no pudo comenzar mejor para los intereses del líder del Mundial, que fue testigo de primera fila del garrafal error de su principal a rival en 2013: Jorge Lorenzo se saltó la salida de forma exagerada, lo nunca visto. Evidentemente se puso en cabeza, pero rápidamente caería a la última plaza tras el correspondiente ‘ride through’ con el que fue penalizado.

Márquez se puso a su rueda, y en cuanto Jorge enfiló la calle de garajes, protagonizó un monólogo que no encontró final hasta la meta. Tras él, Pedrosa le veía alejarse unos metros por vuelta, hasta quedar reducido en su retina a un borroso bulto en el horizonte de las rectas más largas.
 

DUCATI VUELVE AL PODIO
Con las dos Honda oficiales un mundo por delante, y Lorenzo en su propia carrera engullendo una Open tras otra, la emoción  quedó para el último lugar del cajón. No faltaron pretendientes: Andrea Iannone fue el piloto que lideró el pelotón durante gran parte de la carrera, pero pilotos como Valentino Rossi, Stefan Bradl o Bradley Smith también se asomaron a su estela durante algunos momentos de la prueba.

Al final, fue Andrea Dovizioso el que se llevó el gato al agua ante Bradl y Smith, cuarto y quinto respectivamente, devolviendo a Ducati al podio desde el segundo puesto de Rossi en Misano 2012. Iannone se hundió a final de carrera y sólo pudo ser séptimo, por detrás de Pol Espargaró. Octavo fue Rossi, que desde el ecuador de carrera sufrió severos problemas en su rueda delantera y fue perdiendo posiciones irremediablemente.

La Ducati volvió al podio con Andrea Dovizioso | Getty Images

Tampoco estuvo cómodo Aleix Espargaró, que pese a volver a ser la mejor Open sólo pudo ser noveno, justo por delante de Lorenzo, cuya remontada se detuvo en la décima plaza, ayudado por las caídas de Álvaro Bautista y Cal Crutchlow.

VIÑALES ASOMBRA EN MOTO2
Maverick Viñales ha logrado la primera victoria de su vida en Moto2 en su segunda carrera en la categoría, con un ataque en los giros finales que no obtuvo respuesta por parte de sus rivales. Tito Rabat afianza su liderato tras finalizar segundo, por delante del suizo Dominique Aegerter, que completó el podio en una carrera marcada por el gran número de abandonos.

MILLER REPITE EN MOTO3
El australiano Jack Miller ha conseguido su segunda victoria, que le sitúa como líder destacado con 50 puntos. El piloto del Red Bull KTM Ajo dominó la carrera de principio a fin, resistiendo con maestría los ataques de Romano Fenati y Efrén Vázquez, segundo y tercero respectivamente. Álex Rins fue cuarto gracias a la caída en la penúltima curva de su compañero Álex Márquez.

GRANIZADO DE IDEAS
La era Marc Márquez es una realidad. “He hecho mi mejor salida en MotoGP”, reconoció al final, evidenciando la impresionante mentalidad con la que acompaña su desmedido talento innato. Cuando estos elementos confluyen, solamente se puede disfrutar y aplaudir.

Marc ya había logrado victorias de todos los colores, desde imposibles remontadas a frenéticas batallas cuerpo a cuerpo. Le faltaba la victoria aplastante, y ya la tiene. Arrasó todo el fin de semana sin más sorpresas que la que sufrió en la última curva, cuando por querer asegurar estuvo cerca de irse al suelo. Salvando ese momento, su dominio fue salvaje. Podría decirse que ganó a lo Waine Rainey o a lo Mick Doohan, pero mejor decir que ganó a lo Marc Márquez.

Para colmo, su mayor momento de superioridad en MotoGP coexiste con las horas más bajas del que fuera su mayor rival hace unos meses. El inicio de 2014 de Jorge Lorenzo ha sido más que catastrófico. Dos carreras, dos errores de bulto. Si en Losail se precipitó al tirar con las gomas frías, en Texas ha querido ir aún más rápido, tirando la carrera por la borda antes de que se apagase el semáforo. Ya son 44 puntos de desventaja, una barbaridad viendo el nivel exhibido por Marc.

Pedrosa volvió a hacer una carrera notable, pero de nuevo se vio eclipsado por su compañero. Con todo, lleva 36 puntos de 50 posibles, y de momento se perfila como su gran rival, si es que lo tiene. Rossi volvió a bailar con los neumáticos más feos, por lo que tampoco se pueden extraer conclusiones fiables sobre su nivel actual.

Pol Espargaró ya logró sus primeros puntos | Getty Images

Dovizioso ha estrenado su casillero de podios con Ducati, aprovechando el desastre de Yamaha y ganando a las satélite, entre las que han destacado Bradl y Smith. Pol Espargaró ya se ha quitado un peso de encima con sus primeros puntos. De Bautista y Crutchlow casi mejor ni hablar, vendrán tiempos mejores.
Sin tener su día, Aleix refrendó su candidatura a incordiar al pelotón de las Factory, mientras que por detrás han vuelto a destacar las Honda de Hayden, Aoyama y Redding, pese a que el británico no pudo acabar. La mejor noticia para las Open es que sus patrocinadores han ganado unos valiosos segundos de audiencia cuando eran adelantadas por Lorenzo.

Las conclusiones son claras: la igualdad en el pelotón sigue siendo mayor que en los últimos años, pero desde la etapa más dorada de Rossi no había un claro dominador. Marc Márquez está en el mejor momento de su carrera, y si no pasa nada extraño, el título solamente lo puede perder él. Tampoco es mala idea apostar a que batirá unos cuantos récords por el camino.

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